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Música y Salud


"Desde los comienzos de la humanidad hay música. Cada ser, cada persona, tiene su propia música... es algo que está en la propia naturaleza. La misma palabra "persona" lo dice, ya que su significado etimológico es "per-sonare": "para sonar, para vibrar" (sonar con la naturaleza, vibrar con la vida!). Desde las culturas más primitivas se sostenía esta concepción, ya que se creía que cada ser tenía su propia canción a la que debia responder, como una forma de encontrar el sentido a su vida y de conectarse con sus dioses, con lo sagrado y con la divinidad.
Durante algunos períodos históricos esto no se tuvo tan presente, aunque desde algún lugar,  se siguió investigando y relacionando  la música con la salud y la vida del ser humano.
En la actualidad se está volviendo a esta  "creencia ancestral" reconsiderándose la música como un instrumento en sí mismo, una herramienta que posibilita al hombre de hoy conctarse consigo mismo, descubriendo su fuerza, su potencial y su divinidad -ser- interior (su propia cancion);  permitiéndole reconocerse, aceptarse y crecer encontrando su propio camino".

Sole Carmona  - 1998


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El canto es salud: ¡a cantar se ha dicho!

El canto, más allá de la técnica o experiencia que se tenga, es terapéutico. Existen innumerables motivos para empezar a hacerlo, y aquí te decimos por qué incorporarlo a tu vida.
 
Desde tiempos remotos, la voz humana ha sido utilizada por chamanes, sanadores y sacerdotes para conectarse con la divinidad y hacer conjuros de magia, pero también para recuperar la salud y expresar lo que la mente piensa.
En la actualidad, está comprobado que el canto, más allá de la técnica o experiencia que se tenga, es terapéutico e inherente a la expresión humana desde el inicio de los tiempos.
Numerosos estudios han demostrado que es saludable y tiene muchos beneficios, aun cuando no se disponga de ningún conocimiento sobre técnicas de canto.
Prohibir o limitarse a uno mismo a hacerlo es sinónimo de privarnos del placer de expresarse y revitalizarse a través del sonido.
Hacerlo sin ningún tipo de inhibiciones o temores es una excelente terapia!
Tu cuerpo se beneficia
Cantar es una expiración sostenida, lo que genera tomar más oxígeno de lo habitual. Es decir que toda la respiración se vuelve más profunda. Ese aire adicional oxigena tanto al cerebro como a los pulmones y a todo el sistema circulatorio. Algunos de los beneficios específicos de cantar son:
- Produce endorfinas, la hormona del placer.
- Refuerza la actividad del sistema de los nervios parasimpáticos.
- Aporta tranquilidad y relax: aumenta la producción de la hormona que combate el estrés, y activa el sistema inmunológico.
- La respiración intensa tonifica los músculos abdominales e intercostales, lo que hace que empleemos el diafragma de un modo óptimo.
- La vibración del canto es una especie de masaje para los órganos y vísceras situados dentro de las cavidades torácica y pélvica.
- La cinética respiratoria mejora la postura corporal.
A nivel psicológico
Cantar funciona como un stop en la vida cotidiana, para volverse a uno mismo, a la propia esencia, independientemente de si es una actividad que está siendo compartida con otros o si se hace de manera solitaria.
La mente se relaja y olvida de las identificaciones con el mundo exterior.
A través de la voz se expresan sentimientos e impresiones tanto externas como provenientes del diálogo interno, acto que reafirma a la persona.
Favorece también las relaciones sociales: escucharse a sí mismo modifica la escucha a otros. La voz trasciende a cada persona, es para otros, y por eso es expresión.
Cantar es liberador de tensiones, y prestar atención al sonido favorece la concentración y la memoria.
Es ideal para:
Sentirse tranquilo, estimulado y animado, porque posibilita entrar en otra dimensión de conciencia.
Es terapéutico en cuanto a diversos problemas como la tartamudez, la ansiedad, agresividad, trastornos de sueño, el Alzheimer, el autismo y hasta enfermedades terminales.
Asimismo personas con problemas en el  habla lograron conectar con la propia voz articulando palabras cantadas. ¿Cómo es posible? El hemisferio del cerebro que procesa el lenguaje no es el mismo que el que conecta con el arte y la música.

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El Poder Curativo de la Palabra 
por Brad Hunter

La palabra, junto con el poder de la vibración es capaz de crear, sanar y también destruir.
La teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a esto le sumamos el sentimiento y la
emoción para finalmente expresarlo, estamos exteriorizando y materializando un poder
que estará afectando los reinados de la materia

                                                           


LAS PALABRAS PUEDEN PROGRAMAR EL ADN 

La más reciente investigación científica rusa apunta a que el ADN puede ser influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin seccionar ni reemplazar genes individuales. Solo el 10% de nuestro ADN se utiliza para construir proteínas, y este pequeño porcentaje del total que compone el ADN es el que estudian los investigadores occidentales. El otro 90% es considerado “ADN chatarra”. Sin embargo los investigadores rusos, convencidos de que la naturaleza no es tonta, reunieron a lingüistas y genetistas -en un estudio sin precedentes-, para explorar ese 90% de “ADN chatarra”. 

Los resultados arrojaron conclusiones impensadas: según los estudios, nuestro ADN no sólo es el responsable de la construcción de nuestro cuerpo, sino que también sirve como almacén de información y para la comunicación a toda escala de la biología. Los lingüistas rusos descubrieron que el código genético, especialmente en el aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes humanos. Compararon las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales básicas y así descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y sí tienen reglas fijas, tal como nuestros idiomas. 

Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron coincidentemente, sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente. El biofísico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas también exploraron el comportamiento vibratorio del ADN. “Los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónicas/holográficas usando la radiación láser del ADN endógeno”. Eso significa que uno simplemente puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo. 

Los maestros espirituales y religiosos de la antigüedad han sabido, desde hace miles de años, que nuestro cuerpo se puede programar por medio del lenguaje, las palabras y el pensamiento. Ahora eso se ha probado y explicado científicamente. La sorpresa mayor fue descubrir la manera en que el 90% del “ADN Chatarra” almacena la información. “Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros sólo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando uno solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra disposición”, aclaró Garjajev. Esto nos abre las puertas a un misterio aún mayor: que la verdadera “biblioteca” estaría fuera de nuestros cuerpos en algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN estaría en comunicación permanente con este reservorio universal de conocimiento. 

LA EVIDENCIA INESPERADA 

El investigador Dan Winter, que desarrollara un programa de computación para estudiar las ondas sinusoidales que emite el corazón bajo respuestas emocionales, en una fase de la investigación con sus colegas, Fred Wolf y Carlos Suárez, analizó las vibraciones del lenguaje hebreo con un espectograma. Lo que descubrieron fue que los pictogramas que representan los símbolos del alfabeto hebreo se correspondían exactamente con la figura que conforma la longitud de onda del sonido de cada palabra. 

Es decir que la forma de cada letra era la exacta figura que formaba dicha longitud de onda al ser vocalizada. También comprobaron que los símbolos que conforman el alfabeto son representaciones geométricas. En el caso del alfabeto hebreo, las 22 gráficos utilizados como letras son 22 nombres propios originalmente usados para designar diferentes estados o estructuras de una única energía cósmica sagrada, la cual es la esencia y semblanza de todo lo que es. El libro del Génesis está escrito en este lenguaje. 

Las letras de los antiguos alfabetos son formas estructuradas de energía vibracionalque proyectan fuerzas propias de la estructura geométrica de la creación. De esta manera, con el lenguaje se puede tanto crear como destruir. El ser humano potencia el poder contenido en los alfabetos al sumarle el poder de su propia intención. Eso nos convierte en responsables directos de los procesos creacionales o destructivos en la vida… y con tan solo ¡la palabra! 

EL PODER CURATIVO DE LA PALABRA 

Existe una capacidad demostrada en la que la palabra puede afectar la programación del ADN. La salud podría conservarse indefinidamente si nos orientamos en pensamientos, sentimientos, emociones y palabras creativas y, por sobre todo, bien intencionadas. 

Los estudios del Instituto Heart Math nos abren un nuevo panorama hacia la curación, no solo de los humanos enfermos, sino también para la sanación planetaria. El instituto cree en la existencia de lo que ellos dieron en llamar “hiper-comunicación”, una especie de red de Internet bajo la cual todos los organismos vivos estarían conectados y comunicados permitiendo la existencia de la llamada “conciencia colectiva”. 

El Hearth Math declara que si todos los seres humanos fuéramos conscientes de la existencia de esta matriz de comunicación entre los seres vivos, y trabajáramos en la unificación de pensamientos con objetivos mancomunados, seríamos capaces de logros impensados, como la reversión repentina de procesos climáticos adversos. 

El poder de los rezos, oraciones y peticiones, tal como nos lo han legado los antiguos esenios -potenciado por millares de personas-, nos otorgaría un poder que superaría al de cualquier potencia militar que quisiera imponernos su voluntad por la fuerza. 

Este poder ha sido demostrado en especies animales como los delfines, que trabajan unificados en objetivos comunes. Los delfines utilizan patrones geométricos de hiper-comunicación, ultrasonido y resonancias que les sirven para interactuar con las grillas energéticas del planeta. Estos animales poseen la capacidad de producir estructuras sónicas geométricas y armónicas bajo el agua. Podríamos afirmar que los delfines ayudan más a mantener el equilibrio planetario de lo que lo hacen los humanos. 

Si Dios nos otorgó el poder, significa que quiere que nosotros, una vez alcanzado un nivel de conciencia determinado,